Hablemos de sexo

Este viernes tuve de invitada a Silvia Perez, sexóloga y educadora social. Fue mucho lo que aprendimos en esa entrevista y por eso te dejo aquí un súper resumen de los 5 puntos más relevantes de la conversación (aunque siempre puedes ver el vídeo completo en nuestro perfil de Instagram @phantomoftheagora)

Estamos en una sociedad Hiper-pornográfica y a su vez llena de tabú.

Si escuchas la radio o las playlist de Spotify, te habrás dado cuenta que ningún género musical se salva de caer en el tedioso tema: sexo, sexo y sexo. Hace días estaba en el coche, y mientras íbamos cantando me detuve a pensar la letra, eran palabras que ni en la noche más íntima y apasionada me atrevería a decir.

Si vemos series como Élite, Gossip Girl o cualquier serie «juvenil», la vida sexual que llevan es abrumadora. Todos son expertos, todos tienen sexo todos los días. El sexo está como parte fundamental y además, el hilo conductor de las relaciones en las películas, series y música que solemos consumir.

¿Consumir contenido sexual tiene algún efecto en nuestra propia experiencia sexual? Parece que sí. Adoptamos un patrón, unos estereotipos, y vivimos contrastando nuestra realidad con la realidad pornográfica de las pantallas. Desde comparar nuestros cuerpos, nuestros apetitos..todo lo relacionado con nuestra vida sexual la vivimos en referencia a un modelo ficticio.

Entonces lo primero que debemos acordar es en asumir que nuestra sociedad tiene una grave disfunción: consumimos contenido sexual, pero es un contenido pornográfico, alejado de la realidad, alejado de la vida humana. Aunque nunca en tu vida hayas abierto una página de pornografía, tan solo con escuchar Los 40, ya habrás escuchado suficientes menciones sexuales.

¿Por qué no nos atrevemos a hablar del sexo con libertad? Aquí Silvia Gomez destacó dos problemas:

El control que hay sobre la sexualidad.

Quien controla la sexualidad controla la vida. Experiencias como el placer y la culpa la divide la aprobación social. Muchas de las organizaciones e instituciones que conforman nuestra sociedad tienen un interés explícito sobre nuestra sexualidad: hay algunas que se esfuerzan por reprimirlas, y hay otras que se lucran de explotarla.

Y en esa tensión entre represión y explotación nos encontramos con nuestros cuerpos sexuados. ¿Qué podemos hacer? La respuesta desde la sexología no trata de posturas y kamasutras, sino aprender a estar presente con tu cuerpo, estar presente con tus emociones y sentimientos, y poder comprender y vivir la sexualidad fuera de las pretensiones y sometimientos externos.

El sistema patriarcal, reprime y vulnera la vida sexual de hombres y mujeres

Sí. El sistema patriarcal, el sistema más antiguo y más presente en la humanidad, aquella que el elemento diferenciado es el genero y con él, expectativas y trayectorias de vida distintas, con los miles de años que lleva de práctica se ha encargado de someter tanto a hombres y mujeres -y personas no-binarias- a una esclavitud sexual.

Los hombres se les ha enseñado que deben tener apetito sexual siempre. La varonilidad está asociada con la capacidad de tener sexo con frecuencia. Escuchemos las letras del reggaetón: lo haremos toda la noche, te daré por todas partes, rózate, te voy a dar gasolina… el hombre siempre está sexualmente excitado. Incluso la violencia es parte de esa demostración. «Perdona si al final, te hago el amor», «Procura coquetearme más
Y no reparo de lo que te haré»
. Eso es apología de la violación. Lo cantan con voz romántica y acompañado de supuestos piropos. Pero aquí lo que estamos afirmando del hombre es que no puede resistir la excitación sexual, debe poseer, debe conquistar, debe follar sí o sí.

Por otra parte, las mujeres no tienen sexualidad propia. Viven dependiendo de cumplir un deber marital: deben estar dispuestas, preparadas para ser poseídas por el hombre. ese es el papel de la esposa. Suplir las necesidades sexuales de su marido, porque sino, se irá a buscarlo en otro lado.

Claramente, las relaciones de pareja – seas heterosexuales o homosexuales- son muy complejas. El sexo y la afectividad es parte fundamental de la dinámica de una relación amorosa.

¿Te va gustando el tema? Déjame tu comentario en Instagram para seguir conversando.

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